¿A alguno os suena el nombre Sarah Anne Dinardo?

Desenrollando con una mano y volviendo a enrollar por el otro lado metros y metros de cinta adhesiva, que vuelve a enrollar en formas cilíndricas, únicas, todas de diferentes tamaños y alturas, que en conjunto, forman una escultura, recordando según quien lo mire, un estéreo de troncos de madera o una una ciudad de rascacielos. Para Sarah DiNardo, diseñadora de Brighton (Massachusetts, EEUU), diplomada Cum Laude de la Universidad de Syracuse y especialista en Historia del Arte japonés y jardines zen, las horas dedicadas a elaborar estas formas son casi terapéuticas, un tiempo para meditar, tomar distancia, relajarse. Lo compara con quienes buscan una válvula de escape en salir a correr o se van de copas. Ella enrolla cintas adhesivas: cada uno tiene su vicio.
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